Si hay una cámara que le roba el sueño a J.K. Álvarez, es ésta. La revolucionaria Red One, es una cámara de cine digital de ultra-alta definición, que se caracteriza por proporcionar una elevada resolución equivalente a la calidad del cine de 35 mm. Para que se hagan una idea, este aparato filma con una resolución de 4K (cuando la calidad de un soporte cinematográfico como el que podemos ver en las salas graba en 2K). Su principal innovación es el relativo bajo coste de grabar con esta joyita, cuyo alquiler cuesta alrededor de 25.000 € mensuales. El director ha afirmado que se están planteando muy seriamente producir próximos proyectos con Red One.
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